Terroir

Nuestro viñedo

El viñedo está conformado por la agrupación de las propiedades de tres caserias, Caseria Etxebarri, Caseria Aguirrebekoa y Caseria Arandia, un conjunto que conforma una superficie de 22has. que, junto a tres has. colindantes arrendadas, permiten obtener un viñedo en una sola mano de 25 has.

Estas propiedades se plantan básicamente con la variedad autóctona Hondarrabi Zuri y se acompañan con Hondarrabi Beltza, Riesling y Syrhak.

Las diferentes parcelas se conforman en base a la variedad de uva, la pendiente del terreno y la orientación de sus renques. Así, se consiguen unidades homogéneas de trabajo (parcelas) con iguales condiciones de vegetación y exposición a las influencias naturales de insolación y nivel freático.

Estas condiciones marcan la diferente vegetación de cada vid y lo que nos llevara a obtener una uva diferencial entre parcelas y, por lo tanto, singular.

Hablamos de una explotación con unas diferencias en altitud de 140m. entre las zonas más bajas y las más altas; con pendientes superiores al 25% y zonas aterrazadas con el fin de permitir un mantenimiento seguro del viñedo en condiciones climáticas adversas.
Perimetralmente, el viñedo se encuentra cerrado con malla ganadera para minorar el paso de la fauna local a la viña, en épocas de brote principalmente, y así, limitar su impacto sobre las plantas en sus fases iniciales de vegetación.

La homogeneidad del sustrato es otra de las cualidades a resaltar, por ser suelos pocos profundos formados a base de estratos margosos alternados entre capas calizas y arenosas, en posición casi vertical, lo que le confiere un alto nivel de drenaje y capacidad de penetración del sistema radical de la vid, para aumentar su aprovechamiento hídrico y mineral.

Esta característica, se puede ver en la tipología de los Txakolis que elaboramos caracterizada por la mineralidad presente en todos ellos.

Trabajamos con una cubierta vegetal autóctona, que nos permite proteger el suelo de la erosión y los arrastres que se pueden ocasionar por las cada vez más frecuentes e intensas lluvias que el cambio climático está generando.

La suma de todas estas características, forman un Terroir en su total plenitud destinado a la elaboración de uva de calidad para elaborar Txakolis exclusivos y singulares, bajo la Denominación de Origen Bizkaiko Txakolina.

Las instalaciones

Nuestra Bodega

Instalaciones de la bodega
Las instalaciones de la Bodega disponen de diferentes espacios destinados a la recepción de uva, el desfangado, la fermentación, el embotellado, la estabilización y almacenes de lleno y vacío. El movimiento del Txakoli siempre es lineal y sigue el proceso natural de elaboración. En otro edificio independiente, pero anexo a la bodega, se sitúan los vestuarios, el área de temporeros, la oficina, el almacén de tractores y aperos y la zona de fitosanitarios. Así, todo el proceso, tanto del campo como de la bodega, comparten una misma zona, que está bien diferenciada para cada ámbito del trabajo.
Equipamientos sostenibles
Todas las edificaciones han sido construidas con la sostenibilidad como pilar principal: Con un total de 1970m² de edificio construidos, la bodega cuenta con un 60% de sus instalaciones soterradas; hecho que permite mantener una temperatura interior estable, minimizando las pérdidas de calor o frio. Su techo está cubierto de una gran zona verde, más concretamente, del jardín del Caserío Aguirrebeko, ubicado sobre la bodega y que da nombre al terreno en el que se encuentra y a uno de nuestros Txakolis más representativos.
Integrados en el paisaje
El soterramiento de las instalaciones ofrece un regulador térmico natural que permite la integración de la bodega en el paisaje, respetando la visual del entorno que la rodea, a pesar de la amplitud de las instalaciones. Los materiales utilizados en la construcción de las fachadas visibles, siguen la misma filosofía. Por un lado, la piedra arenisca funciona como un importante aislante, mientras que la madera amortigua el fuerte impacto que el sol tiene en el edificio, debido a la orientación sur de la bodega. Además, estos materiales ayudan a mimetizar el edifico con el paisaje, minimizando su impacto visual.

Las zonas con vistas al exterior han sido diseñadas con los mismos principios de edificación sostenible. De este modo, el edificio queda integrado en la visual del entorno que dominamos desde Bodega Berroja.

Lo mismo se puede aplicar a la edificación llamada Txoza, que ha sido construida con madera reciclada, con el fin de integrarla en el paisaje y no generar impactos visuales para los paseantes y senderistas que recorren la zona.

Los productos

Nuestros Txakolis

Nuestros Txakolis son fruto de un gran esfuerzo humano que, acompañado de una climatología húmeda, de la variedad autóctona Hondarrabi Zuri, y un peculiar Terroir, nos ofrecen un txakoli único, muy ligado a la tradición de nuestra tierra.

La explosión de aromas y la acidez son características que hacen de nuestro txakoli, un txakoli fresco y con un agradable amargor final, que le da persistencia y que es ideal como acompañante para todo tipo de entrantes, verduras, mariscos y pescados.

Fruto de parcelas seleccionadas, y con una maceración sobre sus lías, surge nuestro un txakoli equilibrado, cremoso, complejo y elegante, untuoso y largo que marida a la perfección con los platos más tradicionales de nuestra gastronomía local.

En los últimos años, con la incorporación de la variedad autóctona Hondarrabi Beltza y la alóctona Syrah, trabajamos para disfrutar de un Txakoli Rose en su faceta más innovadora.

Berroia

Amarillo pajizo, flores blancas, manzana madura, heno, volumen y frescura en boca.


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Aguirrebeko

Amarillo verdoso, flores blancas, melocotón, piña, miel, volumen, sedoso en boca y franco.


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Aguirrebeko Rosé

Rosa pálido, fruta roja, volumen y frescura en boca, cítricos y
equilibrio.


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Berroja

Amarillo con ribete de oro, mentolados, madera de eucalipto, fruta blanca y volumen en boca.


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